Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Ahora, ¿por qué la Biblia es un libro centrado en Jesús? ¿Quién es Jesús? ¿Por qué es tan importante? Pues hablemos de Él

Para empezar, Jesús es un hombre nacido de la estirpe de David, del pueblo de Israel. Israel era una nación creada y fundada por Dios mismo, según narran los escritos del Antiguo Testamento. Esta nación estaba dividida en doce tribus. Jesús pertenecía a la tribu de Judá, donde descendía el Rey David. Cuenta el evangelio de Mateo 1:18-24 que una virgen llamada María fue escogida por Dios para concebir dar a luz a su Hijo. Esta profecía fue proclamada por Isaías cientos de años antes. (Isaías 7:14). María era una joven piadosa desposada con José. En la época a la que nos referimos, las jóvenes desposadas no se iban a vivir con sus esposos de inmediato.

Sucedía, que después de la boda, la joven volvía a casa de sus padres para ser entrenada como esposa y administradora del hogar. María se encontraba en este período cuando se le aparece el ángel y le anuncia que será madre del Mesías anunciado. Ella conocía la profecía y proclamó su aceptación con las famosas palabras ?He aquí la esclava del Señor, que se cumpla en mí su santa voluntad.? (Lucas 1:38). Y fue así como Jesús fue concebido en el vientre de María, pero por obra del Espíritu Santo de Dios. Cuando José se enteró del embarazo, decidió repudiarla. En aquella época, el marido podía rechazar a la esposa durante el desposorio por cualquier razón válida. José, como hombre piadoso, quiso repudiarla en silencio para evitarles la vergüenza a María y su familia. Sin embargo, recibió un mensaje en sueños para que no tuviera temor alguno y no dudara de la honestidad de María puesto que ese hijo sería conocido como el Mesías esperado por siglos. Desde ese momento, José la cobijó en su casa, la cuidó y protegió. Así, el niño llamado Emmanuel (Que significa: “Dios está con nosotros”) paso a ser Jesús (Que quiere decir: “Dios con nosotros”), como hijo de José el carpintero de Nazaret.

Se cree que María tenía aproximadamente 15 años cuando ocurrió ese evento. De la vida infantil y adolescente de Jesús se conoce muy poco. Los evangelios nos presentan a Jesús en su iniciación en la vida espiritual. Su sabiduría sorprendió a los letrados y maestros quienes no podían creer que un niño de 12 años tuviera tal nivel de conocimiento.

Años mas tarde, la Biblia nos relata el protagonismo de un mensajero, un precursor. El primo de Jesús llamado Juan el Bautista (porque bautizaba en el Jordán para el perdón de los pecados) quien proclamaba a viva voz la llegada del Mesías. Juan iba predicando por todos los pueblos proclamando el perdón y el arrepentimiento por los pecados (Lucas 3: 3-6). A Juan se le conoce como el Precursor, porque fue el profeta antecesor a Jesús. Fue el único profeta que logró ver cumplida la promesa. Por eso se le considera como el profeta más importante.

A partir de su muerte es que Jesús comienza su vida pública predicando el amor realizando hechos y milagros nunca antes realizados por nadie. A Jesús se le atribuyen hechos, milagros, sanaciones, curaciones de todo tipo y expulsaba demonios. La gente le seguía, era amado por muchos y odiado por otros. Su forma de hablar con humildad pero también autoridad le hacía ganar la admiración de muchas almas maltrechas, pero también el odio de ciertos sectores de la sociedad judía a quien Jesús denunciaba ferozmente por su hipocresía y falsedad. Estos mismos sectores (fariseos y seduceos) fueron los que planearon la forma de atraparlo, acusarlo de idolatría y conseguir la sentencia máxima para este delito. Es por esto que, mediante la ayuda de Judas Iscariote, la noche del jueves anterior a la Pascua, Jesús es atrapado en el Huerto de los Olivos, llevado frente a Pilato y acusado por los judíos por idolatría.

Los hechos posteriores a su arresto lo llevaron a ser torturado, flagelado, y sentenciado a muerte en la cruz. La tarde del viernes cargó con la cruz hasta el lugar donde fue clavado, muerto y enterrado en una tumba cerca del lugar donde fue ejecutado. Pero el hecho más importante ocurrió la mañana del domingo, 3 días luego de haber sido sacrificado, cuando su cuerpo no es encontrado por las mujeres que van temprano a embalsamarlo. Se les aparece un ser brillante y les anuncia que Jesús ha resucitado. A partir de allí, los apóstoles reciben una serie de visitas en las que atestiguan que el mismo Jesús está vivo, habla, come y se presenta en cuerpo y alma ante ellos enseñándoles y explicándoles muchas cosas. Y no solo a ellos se le presenta, sino sobre más de 500 personas atestiguan haberlo visto de igual manera.

Para muchos Jesús es solo un personaje histórico con mucho carisma, inteligente y sagaz con una nueva filosofía de vida. Para otros Jesús es solo un brujo, mago y hasta un ser demoníaco. Otros creen que es sólo uno más en la larga lista de profetas. Con el nacimiento de Jesús, cambia la historia. Se habla de AC y DC. Esto significa como la historia es contada antes de Cristo (AC) y después de Cristo (DC). Tan importante es su aportación a la historia, que sin Él no podría ser contada. No existe ni existirá personaje histórico más importante e influyente que Jesús. Pero para los creyentes Jesús no es solo la persona más importante de la historia. Él es el Mesías prometido que tanto se hablaba cientos de años antes en el Antiguo Testamento, el Hijo de Dios, el Salvador de la Humanidad y divinidad hecho hombre.

No solo nos dio a conocer a Dios Padre, sino que nos mostró un nuevo estilo de vida. Nos enseñó que la vía de llegar a Dios Padre es mediante el amor y el servicio a los demás. Jesús nos llevó a amar al Padre porque Él es la encarnación del Hijo de Dios. Para los creyentes, Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre. Jesús comparte la humanidad con nosotros, pero nos acerca a la divinidad abriéndonos el cielo, que hasta ese momento estaba cerrado para los pecadores. Con su muerte y resurrección nos da la posibilidad de llegar a la Patria Eterna. El es el puente que nos abre el cielo. Jesús es hombre, pero también es divino. El es el único intercesor entre Dios y los hombres. El nos justifica ante el Padre y él nos alcanza el premio de la salvación eterna. Para llegar al cielo tiene que ser mediante Jesús. Sin Él no hay salvación. Jesús es el Mesías anunciado en el Antiguo Testamento. Es el cumplimiento de la profecía. Jesús es Dios con nosotros. Y ha querido quedarse con nosotros mediante el Espíritu Santo que nos anima, nos impulsa y nos dirige hacia el cielo. Creer en Jesús y creerle a Jesús es el primer paso para alcanzar la santidad. Sus enseñanzas de amar a todos, perdonar y servir a todos perduraran hasta la eternidad, y son el paso seguro que nos llevará a la Patria Eterna.

La palabra dice en Juán 1:1 que Jesús siempre ha existido junto a Dios. Dice “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir.” El 1:14 dice: “Y el Verbo se hizo hombre (Jesucristo), y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” O sea, Jesús ha estado desde siempre y es eterno. La Biblia también dice en Juan 5;26-27: “Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha concedido al hijo el tener vida en sí mismo y le ha dado autoridad para juzgar, puesto que es el hijo del hombre.” Podemos entender con esto que Dios Padre le dió la autoridad a Jesús como su hijo. No llegamos al Padre, sino por Jesús, su gracia y su amor por nosotros.